Hoy vi en el diario que un famoso fabricante de celulares y la peor empresa proveedora de telefonía fija y móvil se juntaron para organizar una campaña de reciclaje de celulares, la cual consiste en lo siguiente: aquellas personas que posean un teléfono celular que ya no utilicen podrán dejarlo en contenedores en oficinas de la compañía de comunicaciones. Las partes rescatables de estos aparatos se enviarán a México y EE.UU. para fabricar nuevos teléfonos, en un llamado proceso de "reciclaje que contrubuirá al medio ambiente".
Qué estafa, qué vergüenza. Todos los celulares que he tenido alguna vez me han costado sangre, sudor y lágrimas, ¡ah! y también una buena cantidad de dinero, no sólo al comprarlo sino también para comprarle tarjetas de prepago, pagando tarifas usureras y arbitrarias. Entonces, ¿por qué tendría la gente que regalar sus celulares, aunque estén viejos o en desuso, cuando tuvo que pagar para obtenerlos?
Además, cuando uno compra un teléfono asume que sus partes son nuevas, porque uno está pagando por un producto nuevo, pero ¿y si son parcialmente producto de alguna campaña de reciclaje de Mahomakistán o la Repúplica Democrática de la Banana? Avaricia total.
Lo peor de todo es que nadie te dice que el adminículo contiene piezas recicladas, para seguir cobrando como si fuera nuevo.
Como mínimo estas empresas debieran pagar una compensación. El silicio y el plástico nunca han sido gratuitos, no veo por qué debieran serlo ahora. Además si se vendieran productos con partes recicladas debiera señalarse en la caja y su precio debiera ser significativamente inferior que un artículo nuevo.
Simplemente vergonzoso.