domingo, 30 de marzo de 2008

Mi canción de cierre



Y ésta es mi canción de cierre o ending, también es de Aya Matsuura junto a Miki Fujimoto, presentándose como el dúo GAM.

La canción refleja totalmente el agotamiento que siento al final del día, deseando solamente llegar a casa y tenderme en la cama para escuchar música new age y relajarme... hasta el día siguiente. Aunque ahora trabajo en Viña del Mar y regresar a casa en una 612 (ex "O") es un martirio, suplicio, estrés y el karma por el que tengo que pagar por alguna inicua vida pasada, imagino esta canción cuando trabajaba en el sector del Wall Street porteño, aquí en Valparaíso.

La música comienza y yo estoy caminando por la calle, a cámara lenta (pero no demasiado), con tenida de otoño, colores de atardecer, con la mirada baja con un leve dejo a nostalgia, y de fondo todos los locales y oficinas que empiezan a cerrar... Ya al final de la canción llego a una plazita, levanto lentamente la mirada, sonrío, porque llego a encontrarme con... Y pantalla a "negro". <(^oo^)>

Por supuesto, ni un opening ni un ending duran los tres minutos de la canción, para no aburrir al espectador, por lo general dura 1 minuto o un poco menos, pero es justo lo que necesito para toda esa escena de corrido.

Para su pulgar arriba o tomatazo escriba aquí debajo.

jueves, 27 de marzo de 2008

Mi canción de opening



Mi vida, aunque no es tan interesante, ciertamente presenta tramas de humor, alegría, tristeza, desilusión (SOBRETODO DESILUSIÓN), etc. Entonces, desde hace un tiempo, imagino cuál sería la banda sonora si mi vida fuera llevada va la pantalla grande o chica. Y como opening (o canción de apertura) no se me ocurre ninguna otra canción más que ésta, de mi artista japonesa preferida Aya Matsuura.

Admito que no tengo puñetera idea que quiere decir la canción, pero cuando escucho esta canción es inevitable pensar en mis levantadas tarde por la mañana, corriendo como un loco, con el pan en la boca mientras voy a tomar el tren, con flashbacks de todo lo que me ha acontencido durante las últimas semanas en casa, el trabajo... y el resto, a la vez que bostezo y trato de despertarme con el sol de la mañana. La escena termina abriendo la puerta de la oficina para empezar un nuevo día...

¡Debería dirigir cine o TV! Jejeje. Pronto se viene el ending (canción de cierre), ya tengo el tema y el concepto, jeje. <(^oo^)>

PD: Lo que dice Aya al final sólo lo traduciré para alguien especial.

viernes, 21 de marzo de 2008

De periodista para el Diario Financiero

Así es, sabía que mi talento para la palabra escrita tendría sus buenos momentos, pero nunca imaginé que prácticamente me convertiría en un periodista para el Diario Financiero (edición impresa).

Bueno, debo admitir que mi contribución a este notable periódico fue más bien un comunicado de prensa por parte de Newsoft Systems, el cual fue redactado y editado íntegramente por vuestro humilde servidor.

La historia es larga, y tengo pereza de contar todo el proceso, porque lo que en realidad importa es este resultado, un triunfo para mi cerebrito humanista. ¿Qué periodista no daría unos cuantos dedos con tal de que su artículo apareciera en las páginas del DF?

No obstante, y como parte de la maldición de mi propia profesión, no se pudo mencionar mi nombre a modo de reconocimiento, identificación y/o prueba, pero al menos dejo estas imágenes del periódico cuya edición salió el martes 18 del mes en curso.




Otras yerbas

Desde hace dos semanas me duele el estómago. Los dolores me han atacado justo las dos ultimas madrugadas de domingo para lunes. De pronto se me viene a la mente el bronce de mi amiga Karen : "Ay mi colon", frase que solía decir ante el anuncio de alguna prueba traductológica. Y creo que eso es. Desde que trabajo he sentido males que jamás imaginé experimentar en mi vida: me duele la quijada, me duele el estomago, me duele la cabeza, etc., cuando lo más grave que he experimentado ha sido un par de bronquitis y ya, y eso ya hace mucho tiempo.

Sé que no es mi cuerpo quien me está haciendo pasar malos ratos... es mi mente. Últimamente (un mes, un poco más quizás) he sentido presión de todas partes: un trabajo que cada día impone más y más responsabilidades, incesantes altibajos en mi vida sentimental, una vida social casi inexistente, un yugo doméstico oscilante y la presión biológica de abandonar el nido sin contar aún con los medios para hacerlo ya.

Necesito un refugio, extraño tanto el Tai-Chi, me hacía tan bien, pero ya no puedo practicarlo porque mi tiempo libre se me escapa de las manos, consumido principalmente por mi adicción al descanso, el cual se ha transformado en práticamente una droga que calma penas y rabias.

He hecho muchas cosas por la humanidad... o al menos por la gente que me ha rodeado en el pasado y presente. ¡Exijo que la vida me devuelva la mano! Necesito que me pase algo bueno... (TooT)