Si estimo que la religión organizada ya es innecesaria y que es culpable de secuestrar la espiritualidad humana, la "gente" del video definitivamente no debería existir. Sus molestos ruidos que traspasan la privacidad de las personas representan una falta de respeto tremenda. Ellos tienen el derecho a creer lo que se les antoje y darle el diezmo al pastorcito estafador y bigotón que quieran, pero no vengan a interrumpir la tranquilidad de las personas que sí trabajamos y merecemos descanso y paz. Los denunciaré hasta que las mismísimas 'piedras se pongan a cantar' (algo que, obviamente, no ocurrirá).