Después del tradicional destrozo de la propiedad publica y privada por parte de la Jota (no se hagan, nunca hubo grupos infiltrados, siempre son ustedes, manga de zánganos >:-[) se viene el tradicional malestar estomacal provocado por nuestros manjares típicos, como la empanada de cebolla y pasas, los anticuchos de pimentón verde y rojo y el rico asado de equino, lo más exquisito de nuestra gastronomía... Bueno, estoy exagerando, nuestra comida chilena no es mala, sólo que, hablando en términos de salud, no es la mejor que digamos. Igual me gustaria una empanada con una masa delgadita y rellena solo de carne (sin huevo duro, cebolla, pasas o aceitunas), a lo que cualquiera diría "eso no es una empanada, sino un taco!", jajaja! Igual creo que depende del gusto de cada uno, o más bien, de quien sea el jefe de hogar. Por ejemplo, en casa siempre les han gustado las masas gruesas ("masacotúo"), ojala duras y crujientes, como si uno estuviera comiendo una tabla o algo así. Qué voy a hacer yo? La plata la pone mi padre y todo se hace a la pinta y gustos de él, aunque insista que trata de hacerlo por el gusto colectivo de la familia (de hecho, estoy seguro de que los gustos gastronomicos de mi madre se asemejan más a los míos que a la de nuestro amado patriarca). Como ven, es la razón número 49 para mudarme solo... buaaaaah!!! (jajaja).
Eso si, no me puedo quejar de los ricos anticuchos que se preparan para estas fechas, nada mejor que trozos de carne personalizados para un estómago personalizado. Aunque igual confieso que el penetrante olorcillo de los anticuchos callejeros es toxicamente tentador, pero quien sabe, la poblacion de gatos y perros vagos disminuye drásticamente durante el aniversario patrio.
No acompañé a ***** a la iglesia el domingo pasado, y no es que me arrepienta, pero no sé, me daría cosa hablar con ella por IM (Instant Messaging, o messenger para los amigos), tal vez se sintió, tal vez no, no sé. Si ya es difícil lidiar con las mujeres, añadiéndole el componente religioso se complica todo aún más. Tal vez los musulmanes tenían razón después de todo, y lo más sano para ambos sexos sea tratar a las féminas como muebles de la casa... no, es otra exageración, y por suerte no proviene de mi parte, jajaja!
Eso si, no me puedo quejar de los ricos anticuchos que se preparan para estas fechas, nada mejor que trozos de carne personalizados para un estómago personalizado. Aunque igual confieso que el penetrante olorcillo de los anticuchos callejeros es toxicamente tentador, pero quien sabe, la poblacion de gatos y perros vagos disminuye drásticamente durante el aniversario patrio.
No acompañé a ***** a la iglesia el domingo pasado, y no es que me arrepienta, pero no sé, me daría cosa hablar con ella por IM (Instant Messaging, o messenger para los amigos), tal vez se sintió, tal vez no, no sé. Si ya es difícil lidiar con las mujeres, añadiéndole el componente religioso se complica todo aún más. Tal vez los musulmanes tenían razón después de todo, y lo más sano para ambos sexos sea tratar a las féminas como muebles de la casa... no, es otra exageración, y por suerte no proviene de mi parte, jajaja!
Tal como el año pasado, espero sobrevivir y actuar con responsabilidad, al fin y al cabo mi estómago lo agradecerá.
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