Después de haber pasado casi dos meses sin actividad productiva creo que me tendré que resignar a haber estado en casa la mayor parte del tiempo de mis vacaciones. En verdad deseaba tener un par de días en la naturaleza o algún recinto vacacional, pero bueno, quizás lo posponga para invierno o con suerte para el próximo verano. Es un buen pretexto para no despilfarrar dinero en baratijas y siempre el ahorro con miras a un fin noble vale todos los sacrificios que se hagan en el intertanto.
La verdad no me puedo quejar; después de un enero color de hormiga estoy disfrutando de un período de renacimiento... lo he pasado bien y la magia del verano llegó, tarde pero llegó ^_^
Ahora sólo me queda esperar que se vayan estos calores infernales de los últimos días y el equinoccio de marzo dé paso por fin al benigno clima otoñal.
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