martes, 1 de mayo de 2007

La ruta gastronómica (edición porteña)

Después de un período de inactividad bloguera hoy les traigo una nueva sección: "La ruta gastronómica (edición porteña)". Mi propósito es entregar al lector una crítica muy abierta y circunstancial sobre restaurantes de nuestro querido puerto y compartir mis experiencias para que cada uno escoja el lugar que más le acomode; sin embargo, no me limitaré a nuestra ciudad, ocasionalmente hablaré de establecimientos viñamarinos, de quilpué, quillota, etc. Abordaré un espectro lo más amplio posible y al final emitiré una calificación con nota del 1 al 7 sobre los siguientes aspectos: tiempo de espera, atención, entorno (físico y humano), comida y precio.

Casino Social J. Cruz (Condell 1466 casa 11, Valparaíso)

Qué puedo decir, un ícono de la ciudad puerto, imperdible lugar para degustar exquisitas chorrillanas, el plato típico por excelencia del puerto. Llegar al local ya es el principio de la aventura. Escondido en un pasaje donde jamás llega el sol, la puerta da la bienvenida automática con una campanilla. No hay mesas individuales ni manteles elegantes. El sitio es un gran comedor donde turistas y locales se sientan juntos a comer. De cada 10 personas al menos 8 estarán deleitándose con un delicioso plato de papas fritas, carne picada y huevo. El lugar está decorado con antigüedades únicas en su tipo, que evoca la historia de un Valparaíso glorioso, punto de encuentro del norte y el sur, occidente y oriente.

Tiempo de espera: 6. Apenas se sientan los comensales llega el garzón, quien inmediatamente ofrece el plato de la casa. Los magníficos aromas hacen que la espera por el plato se haga una eternidad, pero de todas maneras llega en el momento preciso.

Atención: 7. Te reciben, atienden y despiden siempre con una sonrisa, sin ser demasiado aduladores.

Entorno: 5. El establecimiento es realmente encantador; lamentablemente no sería un sitio que pudiesen visitar diplomáticos o personas similares. Definitivamente es un lugar para bohemios y turistas que no buscan el típico restaurant elegante que visitan con frecuencia en su país de origen. A la hora del almuerzo y la comida es común oír trovadores con una guitarra cantando melodías sobre el puerto, donde todos cantan... al menos quienes saben la letra.

Comida: 6. Las chorrillanas son preparadas con ingredientes frescos y naturales. Las papas son picadas al momento (no son pre-fritas), la carne es blanda y sabrosa y la cantidad de cebolla es mínima, si es que inexistente.

Precio: 7. La comida en general es muy accesible en este restaurant. El detalle está en el alto precio de vinos para acompañar. La última vez que fui una botella de vino del año costaba aprox. $4000.

Promedio: 6,2. Muy recomendable

(foto: sernatur.cl)