martes, 20 de septiembre de 2005

Sobreviví al 18, y de vuelta a la realidad

Lo admito, mi 18 estuvo lleno de excesos, excepto de "aquel" (y espero que sea sólo una situación temporal). Pero igual estuvo tranquilo, entretenido y no faltó vianda o bebestible alguno. El desfile fomísimo, como siempre, pero bueno, aún quedan aquellos que les gusta jugar a los "soldaditos".
Estoy viendo la posibilidad de postular a un excelente trabajo, pero hay un problemilla: hay que estar inscrito en el registro electoral, puesto que se supone es una "obligación cívica". Qué raro, pensaba que el sufragio era un derecho y no un deber, pero bueno, todo sea por la independencia económica.
Y si no, pues ya veré lo que hago. De ahora en adelante no desaprovecharé ninguna oportunidad laboral buena, aunque implique ciertos sacrificios.

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