martes, 20 de septiembre de 2005

Un aniversario muy especial

Antes de que existieran los blogs, el mail, incluso la Inter-nerd, y a pesar de lo ridículo que podría sonarle a algunas personas, desde hace 10 años exactamente llevo un registro de lo que ha sido mi vida, y no, no es un diario de vida (eso es para las chicas). Más bien se trata de una bitácora, y creo que me ha permitido conservar la cordura durante tanto tiempo, especialmente a lo largo de mi adolescencia y post-adolescencia, uff, que años tan críticos. Por suerte, aún mi mente y corazón se encuentran en formación y no están del todo corrompidos... bueno, eso espero.
Esta mañana una muy buena amiga mía, por no decir una de las mejores, comentó que había visto este blog y que le encantó la manera como escribo. Aparte de sentirme muy alagado, me hizo recordar la verdadera fuente de tal fluidez "literaria", y es que después de 10 años escribiendo de todo, pues, algo bueno debe haber quedado aparte de la ortografía y la concordancia gramatical.
Además, la ventaja es que todo lo tengo escrito a mano, y no dependo necesariamente de la electricidad o de una conexión a internet para relajarme y escribir sin miedo a ser juzgado, sobre cualquier cosa. De hecho, cualquier persona joven e inteligente, en sus años mozos, debería llevar una bitácora o diario, según corresponda. Es una manera de expresión que no la otorga la música, la pintura o la danza, entre otras artes. La literatura personal es una manera de conocerse a uno mismo, y decidir qué es lo que uno quiere en la vida. Además, gracias a mi minucioso registro, puedo señalar con toda propiedad que jamás he repetido un error, ya que cada vez que leo algún pasaje escabroso puedo recordar lo que sentí en aquel momento, y definitivamente me advierto que tal o cual acción no ha de repetirse.
No soy un Ph.D en psicología, pero en verdad creo que todo esto de escribir sobre uno ayuda a crecer en todo sentido. En un mundo donde a veces ni siquiera tenemos tiempo para reenviar una cadena por mail o para pincharle el celular a los amigos, lo mejor es tomar unos minutitos para sí mismo, aunque sea antes de dormir, y reflexionar en todo lo que uno hizo, pensó o sintió durante el día. Las experiencias buenas y malas, al fin y al cabo, nos enriquecen y nos hacen más concientes, fuertes y maduros (excepto, claro, las porristas y mariscales de campo, esos no tienen remedio, jejeje).
Feliz aniversario.

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